domingo, 27 de febrero de 2011

Una derrota, aprendizaje.


Jugadores jóvenes que aprenden más con una derrota que con un título. Jugadores que ven como, por un fallo absurdo de un defensa joven en el área chica, se quedan sin el primer título en 6 años. Jugadores que hace 6 años jugaban a la play, manejaban ídolos como Henry o Pires en el Arsenal. Y seguramente ganaban. Ellos, en Wembley, arropados por los suyos, por su ciudad, han captado a la perfección el valor de la victoria. Con una derrota.

Entre lágrimas frustradas, el joven jugador británico Jack Wilshere, que completó un partido a un nivel defensivo digno de alabar y ofensivo en la medida en que tuvo la posibilidad, pese al juego mediocre del equipo londinense, recibía un amargo metal de subcampeón. Cesc, desde la grada, pensaba desilusionado que debía haber aparecido allí, en el centro del campo, rodeado de sus 9 compañeros de juego girando sobre él. Pero no podía, una vez más.

En el césped, al lado de Jack Wilshere, cerebro presencial del arsenal, futuro líder de la selección inglesa, sollozaba también Laurten Koscielny. Aunque sin ser visto, tapado por su camiseta roja, sabedor de su error infantil. Pero no se debe recordar esa mancha en su carrera próxima. Se tiene que borrar, pues el francés ha demostrado un nivel para defender al equipo del norte de Londres.

Lo que está claro, aunque ese grupo de jugadores, tras la derrota, no lo sientan, es que han adelantado varios capítulos de la asignatura gracias el gol postrero de Martins. Y el futuro les espera, al que no tardarán en llegar. Próxima lección: Camp Nou.

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