El inicio de un sueño.

Desde pequeño, como el resto de las personas, he tenido sueños.A bote pronto,sin analizar la familia de sueños que puedan existir, me encuentro con dos tipos.Los inalcanzables, son sueños efímeros, ilusiones pasajeras, que no dejan huella en nuestro interior, pero en el momento en que llegan a nuestro cerebro, nos hacen sonreír, y los disfrutamos. Anda que no me he visto veces, delante de miles de personas marcando un gol vital, que ayudara a mi equipo, a por ejemplo,salvarse del descenso- eso sí,nunca he jugado al fútbol ,de ahí, lo fugaz o efímero-. Otro tipo de sueños, los alcanzables, por los que luchamos. Sueños que nos hacen ilusionarnos, motivarnos a seguir luchando por ellos, por los que nos movemos día a día.

Hoy comencé con uno de esos deseos. Una nueva etapa, en la cual disfrutaré aprendiendo, intentando abrirme paso entre las complicaciones. Una etapa para experimentar,para arriesgar, para fallar y recular, para descubrir nuevas vocaciones y desarrollarlas. Para despertar.

Creo este espacio para mostrar lo que pienso y siento, porque para mí es ,como digo en la cabecera del blog, una necesidad escribir, ya sea de deporte- mi amor platónico, y todo lo relacionado con mis queridísimos colores blanquivioletas, por eso lo nombro primero- o de cualquier situación que se cruce en mi vida, que entre en mí , y quiera ser liberada.

Si algo he aprendido hasta el momento, es que si quieres puedes, si te esfuerzas por conseguir una meta, la conseguirás, sea más lejana o menos. Ahora,me toca soñar a mí.